Videojuegos: ¡La nueva arma de los pederastas malvados!

Si tienes más de 18 años y juegas a Animal Crossing: City Folk / Let’s Go to the City, queremos que sepas que te hemos pillado: eres un depredador pedófilo malvado de esos que pueblan Internet por miles de millones, y usas el videojuego para cazar tiernos infantes y llevártelos al huerto. Y es que ya lo decía mi abuela: estas cosas modernas con pantallitas y botoncitos no van a traer nada bueno.

Esto, dicho así, suena ofensivo, además de absurda e innecesariamente alarmista, pero es el mensaje que ha dado al mundo la Mid-Missouri Internet Crimes Task Force, que imagino que es un cuerpo de la policía de dicho estado de EE. UU. especializado en delitos telemáticos (o ciber-crimen, como lo llaman algunos flipaos). Parece ser que se han detectado tres (3) posibles casos de acoso a menores a través de la red usando como heramienta este videojuego y, como tanto gustan de decir en Antena 3, han saltado todas las alarmas. Veredicto: nuestros niños están en peligro, ¿Es Que Nadie Piensa en los Niños?®

Lo mejor de todo es, sin duda, la afirmación que hace el portavoz de este cuerpo policial ante los medios de comunicación. Cito la fuente, una noticia de la cadena local KMIZ:

«There is no reason an adult should have this game,» says Andy Anderson, Mid-Missouri Internet Crimes Task Force. Anderson says adults playing «animal crossing» and similar games are likely doing it for the wrong reasons.

Yo no soy un gran entendido en estadística criminal, así que no sé hasta qué punto tres casos de supuesto acoso a menores, perpetrados presuntamente por una misma persona, en una comunidad de usuarios, los de Animal Crossing, que podría contarse en decenas o cientos de miles, puede considerarse algo significativo. Pero como aquí de lo que se trata, visto el percal, es de soltar un «yo pienso de que» por la cara y, si cuela, cuela, aquí van mis dos céntimos: yo pienso «de que» tres casos de niños que han podido ser presas de un (1) supuesto señor de California (por cierto, señores policías del condado, o lo que sea, de Mid-Missouri, lean esto de aquí; de nada, para eso estamos) que se dedica a calentarse la entrepierna acosando críos a través de un juego on-line,  en un país como EE. UU., en el que el número de usuarios de Wii tenga probablemente siete cifras y sean personas de muy diversa edad y condición social, es como el hecho de que en áreas rurales dispersas de China (mil cien millones de almas) hayan muerto ochenta personas de gripe aviar: una puta anécdota. ¿Dónde están las cámaras? Yo también quiero quedar fetén y salir en la tele como gran experto y autoridad infalible por dogma en… bueno, ya se me ocurrirá en qué.

Otra cosilla de la que no debo de tener mucha idea, como ateo, materialista, rojo liberticida asesino de bebés que soy: libertades individuales y derechos civiles. Veamos… Hay algo inquietante en el vídeo adjunto a la noticia que enlazo, y es que el señor con bigote, después de afirmar -con dos cojones y un sombrerito- que cualquier usuario adulto de tal o cual videojuego es un pedófilo, sugiere no sólo vigilar las conexiones vía Wii, sino también investigar las Xbox o cualquier dispositivo de juegos con acceso a Internet. A mí me gustaría ir más allá y extender la medida a PCs, netbooks, PDAs, teléfonos móviles…  También colocar cámaras de seguridad en todas las casas en donde haya uno cualquiera de estos dispositivos. Y, por supuesto, prestar especial atención a todos aquellos adultos que tengan en su casa una copia de Animal Crossing: City Folks, y, ya que hemos quedado en que son todos pederastas malvados, se los someta, sin autorización judicial ni nada, a vigilancia permanente, pasen a formar parte de un registro de pederastas de libre y gratuito acceso, para una mejor estigmatización y escarnio públicos, y se les haga fácilmente identificables, por ejemplo, bordándoles una estrella de seis puntas en la solapa.

Y ahora voy a hablar de otra cosa: videojuegos.  Y esta vez me vais a permitir que sí proponga mi opinión como válida, dado que, tras un cuarto de siglo como usuario de juegos de consola y ordenador, algo sabré de este tema. Para empezar, tenemos una de esas ideas preconcebidas que ya huelen a rancio: videojuego = producto para niños. Aconsejo a todos los señores con bigote, Pilares Pedreros y demás expertos en lo que haga falta, que se expriman un poco las meninges y se inventen otra milonga, porque cualquiera que tenga ojos en la parte frontal de la cara sabe que esto no es así, y que las tendencias actuales tampoco apuntan en esa dirección. Dos segundos de búsqueda en Google es lo que me ha costado encontrar estos informes; no hace falta ser Sherlock Holmes, vamos.

Luego tenemos otra muy divertida en el texto de la noticia:

This warning includes any web-based game that allows instant messaging or voice-over IP.

Veamos… aquí empezamos ya a mezclar churras con merinas. Para empezar, yo lo que entiendo por juegos basados en web son, por ejemplo, Travian, OGame o los múltiples mini-juegos para navegador web de Facebook. Que yo sepa, ninguno de estos juegos incorpora un servicio de comunicación mediante VoIP, cosa que sí hacen muchos juegos con funciones online para PC, PlayStation 3 y Xbox 360. Y más aún, no es lo mismo un juego «tradicional» con funciones o modo en línea, como Soul Calibur IV o Burnout Paradise, que un juego on-line propiamente dicho, como World of Warcraft o Mapple Story. Además, aunque así fuera, antes de hacer afirmaciones a la ligera y crear una alarma social de consecuencias impredecibles basándonos en sospechas o hechos puntuales, aislados y/o casi anecdóticos, habría que manejar datos reales y demostrables de número de casos de acoso a niños a través de Internet, «herramientas» que mas se usan en tales casos (videoconferencia, chat,y mensajería instantánea, chat de voz… ), número de casos probados, número de casos simplemente sospechosos… Y una vez que tengamos todo eso, es cuando advertimos no sólo a niños, sino también a padres y madres, que (¡oh, sorpresa!) Internet no es el mundo de los Teletubbies y que también gentuza sin escrúpulos puede tener acceso a ella, y que, por consiguiente, es fundamental controlar las horas que los niños se pasan delante de la maquinita y mirar un poco qué hacen con ella, que esa es una de sus funciones como personas adultas que han decidido de forma consciente, voluntaria y libre taer a una criatura al mundo. Pero todo esto sin alarmismos idiotas, ni cuentos de la bruja Piruja y el hombre del saco (atentos al vídeo, cuando dice algo así como «este personaje del juego podría ser el acosador de niños de California que hemos detectado»; alguien debería explicarles, aparte de la diferencia entre información y sensacionalismo de saldo, que el alcalde Tortimer es un NPC), ni campañas de pánico moral para que señores desinformados con bigote puedan tener sus quince minutos de gloria de Andy Warhol y, de paso, algún redactor jefe inoperante pueda rellenar un hueco en un telediario. Y menos aún, a costa de ir por ahí criminalizando a la gente sólo por tener en su casa tal o cual videojuego, tal o cual libro o tal o cual colección de sellos.

Y termino con la guinda, una frase que cierra tanto el artículo escrito como el vídeo:

Right now, we only know of the three Missouri children who have been contacted.  Anderson says this is not something to be paranoid about, but to be aware.

Esto me recuerda a cierto titular de portada del diario Qué! de hace unos años, en el que, tras meses y meses dando la turra casi a diario acerca de cómo la griper aviar era una pandemia peligrosísima que iba a exterminar a la Humanidad, pretendía llamar a la calma con un efectista «¡Que se muera el canario no es gripe aviar!» (casi faltó empezar la frase con un «HOYGAN!» y terminarla con un «OMGWTFBBQ!!» o algo así). Hace varios años que no piso una facultad de periodismo y encima no terminé la carrera , por lo que ando bastante desconectado del mundillo, pero debe de ser que daban clases de Tirar La Piedra y Esconder la Mano; me suena además que va a ser una troncal. Sólo así se explica una desfachatez tan flagrante, una muestra tan químicamente pura de fariseísmo baboso. Digo yo que si queremos ser unos amarillistas de mierda, tengamos cojones de serlo hasta el final, ¿no? Ya que hemos perdido la vergüenza y tenemos a la dignidad haciendo la calle en una esquina, al menos conservemos la coherencia.

Y aquí termina una nueva entrega de la criminalización de la sociedad a través de Internet, los jueguecitos electrónicos esos y todas esas cosas modernas tan perniciosas. Mañana hablaremos de cómo colocar en España un ancho de vía distinto al del resto de Europa para evitar que seamos invadidos por ejécitos montados en ferrocarril, de esas marimachos sodomitas que piden públicamente que las mujeres también tengan derecho a votar y de un tal Copérnico que va por ahí diciendo que la Tierra no es el centro del Universo. ¡Habrase visto! Seguro que es comunista.

(Fuente: KMIZ.com, a través de Sankaku Complex).