Mi silencio bloguero tiene una explicación muy fácil: tengo vida fuera de aquí. No es tan guay ni tan dospuntocero, lo admito, pero por motivos que no tengo por qué detallar aquí he de darle prioridad absoluta. Es el gran problema de no poder vivir del cuento de poner un texto en un formulario y darle al botón «Publicar», que a veces a nuestros días les faltan horas.
No obstante, sigo vivo, y pronto volveré a topar con la Iglesia y volveré a traer más reportajes sobre juegos viejunos, con mi rebequita de lana, mi boina y mi silla de enea. Mientras tanto, un boboapunte touhouero de esos que tanto me gustan. El cuerpo me lo pide, después de un E3 que me ha entusiasmado poco tirando a nada (suscribo lo dicho por Dricas sobre Project Natal; qué horror).
Eso sí, la cosa va con mensaje edificante y ejemplarizante. RetroBits instruye deleitando. Para que luego digan.
Niños… niños…
No compréis drogas.
¡Pedídselas a las hermanas Aki y os saldrán gratis! ¡Minoriko es la diosa de las buenas cosechas, puede hacer que crezca CUALQUIER COSA en cualquier momento y en cualquier lugar! Eso sí, quien luego se lo fuma a cara de perro es su hermana Shizuha. No sabía yo que le daba a esas cosas, la verdad. Sorpresas te da la vida. ¿Que si tengo pruebas?
Lo veo en sus ojos.
Aquí la imagen completa, en que se puede ver también a Minoriko, probablemente algo perjudicada también:
Miedo me dan estas dos. Si se pueden llegar a poner así porque sí, en un día tonto, no me quiero ni imaginar cómo será el día en que se cuelen en alguna de las fietas que se organizan en el templo Hakurei, que estando Suika allí, seguro que son unas cuantas al año… o a la semana incluso. Eso sin contar con lo que puedan traer Rinnosuke o Yukari (thinking with portals) de estraperlo del Mundo Exterior (el nuestro). Y también está lo que pueda tener Eirin en su laboratorio, ya que, por Inaba of the Moon, Inaba of the Earth (un manga considerado parte del canon en Touhou, ya que el guionista es el mismísimo Zun en persona humana) sabemos que, como poco, tiene hongos psilocibes.
Desde luego, las chicas del Gensokyo se lo montan bien. A lo mejor en parte por eso pasan en ese mundo las cosas que pasan.
La buena fuente (que no Buenafuente): Pixiv a través de Danbooru. El artista al que debemos la ilustración firma como Tora, y sólo por esta imagen se merece mi admiración, unos cuantos gallifantes y las birras telepáticas a las que te invitaba El Jueves hace unos años si escribías una carta a la reedacción.
Vale, ya se acabó, podéis iros a ver la tele, a que os hablen de no sé qué fichaje del Real Madrid, o algo así. Hasta la próxima.