RaptorJesus
Raptor Jesus se extinguió por nuestros pecados. Amén.

Estos últimos días he estado inmerso en las páginas de El Catolicismo explicado a las ovejas de Juan Eslava Galán, un ensayo lúcido y deliciosamente sarcástico sobre el gran engañabobos detrás de los dogmas de fe en los que se sostiene el negocio de ese gran lastre para el progreso de Occidente que ha sido la Iglesia Católica. Debido a ello, estoy de un tiempo a esta parte un poco obsesionado con temas religiosos, así que me he decidido a escribir un artículo sobre videojuegos protagonizados por personajes que son ora ministros de Dios o dioses varios, ora personajes relevantes extraídos de alguna mitología religiosa. Seguramente no son todos los que están ni están todos los que son, como suele ocurrir con esta clase de artículos de miscelánea, pero creo que la selección que he hecho es lo bastante amplia como para satisfacer a cualquier lector, sea cual sea la fe que profese.

Noah’s Ark – De safari por Canaán

Algunos de los pasajes de ese gran caos mitológico-literario que conocemos genéricamente como La Biblia podrían ser un buen punto de partida para un videojuego. Bueno, o eso es lo que pensaron quienes desarrollaron Noah’s Ark en 1983. La idea es simple: somos Noé y debemos recoger una pareja de cada especie de animal terrestre y llevárnosla a nuestra arca antes de que el agua lo anegue todo y los pobres bichos palmen ahogados.

Todo el mundo sabe que Oriente Medio está lleno de canguros.
Todo el mundo sabe que Oriente Medio está lleno de canguros.

Que nadie espere un Monster Hunter, eso sí. Ni siquiera llega a Pokemon, este engendro. Corría el año que corría, cierto, pero creo que incluso para aquella época este juego era terriblemente rudimentario. El sonido es más propio de un juego de Atari 2600 que de una recreativa, el control es sencillamente pésimo y quien programó las rutinas de colisión debía de llevar entre pecho y espalda una nada moderada cantidad de eucarístico morapio. De este juego, realmente, sólo me quedaría con el toque humorísitico de la breve introducción que vemos nada más comenzar la partida. Dentro vídeo:

Si a alguien se le ocurre una canción más adecuada que Raindrops keep fallin’ on my head para ilustrar un diluvio, que me ponga un fax. Por cierto, la del enlace es una cover que hicieron Manic Street Preachers que, personalmente, me encanta.

Un camello. Bueno, sí, esto es más creíble.
Un camello. Bueno, sí, esto es más creíble.

Y una vez finiquitado Noah’s Ark, no podemos sino dar paso a…

Los juegos de Wisdom Tree – Los nintendos son el demoño

En los años 90 del pasado siglo, una ignota compañía llamada Wisdom Tree se dedicó a desarrollar videojuegos de adoctrinamiento bíblico para consolas de Nintendo (sin licencia, con un par). Debieron de pensar: “si los niños de ahora se pasan media vida amorrados a la Noentiendo esa, ¿qué mejor forma de hacer proselitismo adoctrinarlos lavarles el cerebro iluminarlos en la Palabra del Señor que trasladando a un videojuego pasajes del Antiguo Testamento?”

El primero que queremos comentar es Bible Adventures para NES, un juego de plataformas más simple que el asa de un cubo dividido a su vez en tres mini-juegos: Noah’s Ark (sí, otra vez de safari), Baby Moses y David and Goliath.

La pantalla de título. Obsérvese la cara de acojone del cordero.
La pantalla de título. Obsérvese la cara de acojone del cordero.

En Noah’s Ark, como no podía ser de otra forma, debemos reunir un pareja de cada especie animal que encontremos. Básicamente lo mismo que en el juego anteriormente comentado, sólo que aquí la idea está ligeramente mejor desarrollada. Sólo ligeramente, claro. El sistema de juego recuerda vagamente al de Super Mario Bros 2: recoger cosas del suelo y lanzarlas. Además, algunos animales tienen patrones de comportamiento que los hace más peligrosos o esquivos. La respuesta del control, eso sí, es algo deficiente, lo que se agrava con la molesta sensación de que el personaje se desplaza sobre una placa de hielo untada con aceite. Además, el juego se acaba haciendo tan repetitivo e insípido que dudo que nadie aguante más de cinco minutos seguidos.

El bueno de Noé demostrando que, a su edad, está hecho un jabato.
El bueno de Noé demostrando que, a su edad, está hecho un jabato.

De David and Goliath se puede decir casi lo mismo. Que nadie espere una épica batalla (a pedradas… bueno, a lo mejor lo de “épica” le viene grande) entre el pequeño pastor judío y el gigante filisteo, porque no va por ahí la cosa. Por lo visto, lo que tenemos que hacer, en el papel de David, es ir recogiendo ovejas y llevarlas de vuelta al redil para evitar que un león las ataque, mientras mantenemos nuestro testuz a salvo de las bellotas que nos lanzan unas taimadas ardillas (mejor no preguntéis). Vamos, lo mismo que en Noah’s Ark, pero con el sprite protagonista ligeramente cambiado. Una vez más, sólo ligeramente. ¿Y Goliath? En Pamplona viendo los Sanfermines o algo así, porque yo no lo he visto por ningún sitio.

A los carneros no les sienta bien que David se lleve a las ovejas. Da que pensar.
A los carneros no les sienta bien que David se lleve a las ovejas. Da que pensar.

Baby Moses es el juego que más “chicha” tiene de los tres, pero tampoco mucha más, que no es bueno excederse. En él, se supone que somos una criada de la princesa de Egipto (creo) que, tras haber rescatado de las aguas del Nilo al pequeño Moisés, debemos llevárselo. ¿O somos la madre biológica de Moisés en pleno periplo hacia el Nilo? Bueno, es igual. La gracia está en que debemos sortear varios obstáculos y enemigos (soldados armados con lanzas, pajarracos secuestradores, arañas gigantes… lo que uno solía encontrar en Egipto por aquel entonces) procurando siempre llevar al pequeño Moisés a cuestas. De hecho, cada nivel sólo se nos dará por finalizado si cruzamos la “meta” con el crío en volandas, so pena de tener que repetirlo. A diferencia de los otros minjuegos, que resultan entretenidos unos cinco minutos, este puede tenernos casi diez sin bostezar.

¿Usted se cree que esa es forma de llevar a un niño, señora?
¿Usted se cree que esa es forma de llevar a un niño, señora?

Aunque sin duda lo más molesto de Bible Adventures es la musiquilla de fondo que nos acompañará durante todos los niveles de los tres juegos. Sí, una única melodía para todo el juego, y además más repetitiva e insoportable que toda la discografía de Camela junta (bueno, a lo mejor no tanto).

Pero nuestra reseña de Wisdom Tree no estaría completa si no habláramos de su gran salto a SNES: Super Noah’s Ark 3D. Aquí unas imágenes:

No recuerdo que el libro del Génesis hablase de Carl el camello.
No recuerdo que el libro del Génesis hablase de Carl el camello.
Apocabralipsis Now
Apocabralipsis Now

Como puede verse claramente, Super Noah’s Ark 3D está basado en el motor gráfico de Wolfenstein 3D, que también conoció una versión para Super Nintendo. De hecho, la experiencia de juego es bastante similar, aunque convenientemente despersonalizada: se sustituyen los malvados nazis por cabras y vacas (?) y en lugar de dispararles plomazos del nueve o del doce, se les apacigua lanzándoles fruta con un tirachinas, de forma que quedan plácidamente dormidas (?¿?¿??).

Sí, la cabrita está... durmiendo... como Piticli
Sí, la cabrita está... durmiendo... como Piticli

¿Qué se puede decir de estos juegos, así en general? Lo único que se me ocurre es que nadie puede esperar de ellos un éxito rotundo en su más que probable intención proselitista adoctrinadora evangelizadora, edificante y salvífica. Lo primero, porque se trata de productos de ínfima calidad a todos los niveles (sólo Super Noah’s Ark 3D se salvaría de la quema, y eso teniendo mucha manga ancha) y lo segundo, porque recrea los personajes y situaciones en los que se supone que se inspira de una forma no sólo paupérrima, sino trivial y bastante poco madura, con un punto de mojigatería en su obsesión por eliminar cualquier elemento mínimamente violento, aunque sea de forma absurdamente forzada. Además, seamos serios: ¿una chacha egipcia llevando en volandas al supuesto retoño Moisés? ¿De verdad que el libro del Éxodo, la gran epopeya judía, no da para más? Tsk, tsk… Ned Flanders y sus primos me han decepcionado. Castigados sin Vigilia de la Inmaculada y sin cantarle saetas al Cristo del Gran Poder, por flojos.

Bonze Adventure – Disturbios en el inframundo

Vale ya de tanta tradición judeocristiana; le toca el turno al budismo, la religión de Richard Gere, Nacho Cano y… bueno, unos cuantos cientos de millones de personas a lo largo y ancho de Asia, pero esto último es irrelevante. Y es que Taito se encargó, en el año 1988, de que muchos pequeños jugones pudiéramos ponernos en los zapatos (o más bien en las sucintas sandalias) de un monje budista en un magnífico y extremadamente difícil juego para recreativas que tuvo por título Jigoku Meguri en Japón y Bonze Adventure en el resto del mundo.

Guía Michelín del Infierno. Y, de regalo, la guía de Vinazos en Cartón.
Guía Michelín del Infierno. Y de regalo, la Guía de Vinazos Peleones en Cartón.

En este juego se cuenta que Enma-O, señor del inframundo, se ha vuelto loco y, aprovechando el vacío de poder, las hordas de espíritus malignos quedaron así en compló, pa revolver, por lo que han tomado al asalto el mundo de los muertos. Los muy putillas.

Remontando unos rápidos en una barca de remos, con un par.
Remontando unos rápidos en una barca de remos, con un par.

Pero que nadie tema, que ahí estamos nosotros, con nuestro hábito de monje y nuestra reluciente calva, para salvar el día, para darles la suya y la del pulpo a los malvados demonios, lanzándoles cuentas de nuestro mala (una suerte de rosario budista de 108 cuentas), y para devolverle a Enma-O su cordura a palos, si hace falta.

Sabía yo que lo de hacer noche en el cementerio no era una buena idea.
Sabía yo que lo de hacer noche en el cementerio no era una buena idea.

Este juego podría considerarse una contrapartida de gusto oriental de Ghosts ‘n’ Goblins y demás juegos de la saga “artúrica” de Capcom. Y lo digo no sólo por su ambientación tétrica, sino también por su endemoniada dificultad. Puede que, en lo que respecta a rutinas y comportamiento de los enemigos, Bonze Adventure sea algo más simple, pero la gran resistencia de algunos de ellos, su gran cantidad y lo extremadamente letal del juego (estamos muertos al toque, y casi todo en este maldito juego nos mata) hacen de él todo un reto.

No es el infierno budista, es Madrid en agosto.
No es el infierno budista, es Madrid en agosto.

Por lo demás, estamos ante un juego con un carácter mucho más desenfadado que los anteriormente comentados, y de una calidad técnica infinitamente superior, dicho sea de paso. A Bonze Adventure no le ata ninguna ínfula de supuesta labor educativa o adoctrinadora a la hora de mostrarse como un juego de acción y plataformas fiel a las convenciones de su género, desafiante y divertido, además de ser capaz de recoger y caricaturizar ciertos elementos de la tradición oriental con esa mezcla (aparentemente paradógica) de irreverencia y profundo cariño y respeto de la que son capaces aquellos que, libres del yugo de los dogmas y los libros sagrados, pueden reírse de su propio acervo religioso tanto como de sí mismos.

El juego es bueno, sí, pero petó en una de las sesiones de captura de pantallas.
El juego es bueno, sí, pero petó en una de las sesiones de captura de pantallas.

Y nada más por hoy. He decidido estructurar este artículo en dos partes para hacer su lectura un poco más ligera, ya que es mucho lo que quiero escribir sobre este tema. En la siguiente entrega de este artículo seguiremos hablando de juegos protagonizados por monjes, curas, sacerdotes… y sacerdotisas, que también las hay. Y cualquiera les tose, añadiría. Hasta entonces, buenas noches y buena suerte.



Por Daniel

16 comentarios en «Con la Iglesia hemos topado (I)»
  1. Tronchante y brillante!!.. muy buena entrada Sparky, me quedo esperando la segunda parte pare descojonarme con los juegos de Wisdom Tree para el resto de consola.. y no te olvides de poner el «You Testament» de PC que es una ida de olla alucinante…

  2. @Dricas, al menos en un «interblogs» saldrá, que ya lo he apuntado a la carpeta 🙂

    El post es buenísimo y muy original. Me encanta.

  3. @ Rarok
    Si te soy sincero, jamás he jugado al Afterlife. Además, tampoco sé si encaja del todo bien con el enfoque que le he dado al artículo, al menos a esta primera entrega. La segunda, que está en el horno, probablemente tenga que tener uno ligeramente distinto, y es probable que haya incluso una tercera, así que ya se verá si incluyo Afterlife en este paquete.

    @ The Punisher
    Muchísimas gracias por la promoción que nos has hecho en tu blog 😀 . La sugerencia del You Testament me parece realmente interesante, y creo que lo incluiré en la tercera entrega de este artículo (la segunda ya está casi completa con lo que ya tengo y no quiero estirarla más). Respecto a los otros juego de Wisdom Tree… me consta que hay más, pero no he sido capaz de hacerme con ninguno de ellos, al menos de momento.

    @ Jimmy
    Lo dicho a The Punisher: tomo nota de You Testament para incluirlo dentro de este «paquete».

    @ Dricas
    Me alegro de que te mole. A ver si levantamos un poco el tema. Eso sí, las próximas entregas de este artículo se harán esperar, ya que, como ya sabes, también les debo unas cuantas colaboraciones a BrozaBytes y también les tengo ganas.

  4. Sparky, ¿qué me dice de una mezcla de videojuego educativo con elementos prestados de la ciencia ficción de los años 50 y de la Biblia? Aquí lo tiene para, quizás, engordar su informe, http://www.sundaysoftware.com/jesus/

    Desgraciadamente no me es posible imaginar un final infausto para Jesús, con su cuerpo inerte flotando por el espacio, en ninguna de las misiones de esta obra de entretenimiento adoctrinador.

  5. Sparky, ahora que me acuerdo, hace milenios, en un CD de la PCMania (telita xD) venia un juego de beisbol cuya mecánica consistia en, en vez de batear, contestar preguntas de la biblia, si contestabas bien, bateabas, si no, fallabas xD

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