Como cervezar un cumpleaños… perdón, celebrar.

Pues si, en eso habiamos quedado, había que celebrar por todo lo alto nuestro reciente aniversario bloggero. El lugar de encuentro era Callao («Quiet man» para los guiris) y aunque aquí el que escribe se retrasó digamos «un poco», el bueno de Sparky no me asesinó ni nada. De toda esa tarde/noche hay hecho un pequeño «fotoreportaje» que encontrareis tras el siguiente link 😉

La tarde comenzó con una visita obligada a una tienda friki de la cual no voy a dar el nombre, máxime teniendo en cuenta que es completamente engañoso. Utilicé mis mejores artes para evitar que la vena comunista consumista de Sparky intentase llevarse hasta al vendedor, pero no hubo manera, al final el tio tuvo que salir de la tienda cargado con un Maniac Mansion, un Rush’n attack, ambos para la NES y un mando para la idem también. Vaya tela.

Ya no se ven estanterias así en ningún lado.

Llaveros de setas, figuritas de Yoshi… y ese Maniac Mansion, que ya NO está ahi.

«Copia pro***nal. Prohibid* ** *enta.» Tranquilos, el 45 son los gramos que pesa, no el precio 😀

A mi estos rollos no me van, pero no pretenderiais que le echase fotos al vendedor…

Y más figuritas friki-cachondas…

De ahi nos fuimos a dar rienda a nuestro alcoholismo nuestra versión particular de la GameCube… en este caso el «cube» está lleno de hielos y cervezas. No sin antes pasar por Preciados, para practicar lo que Sparky denomina «slalom de domingueros»… que es lo que te ves obligado hacer a esas horas si caminas por esa calle. La gente camina errática, de lado a lado, de escaparate en escaparate y sobre todo, esquivando «Las Tres M’s»: manteros, mendigos y municipales… y mimos, vale, son cuatro M’s. En la Fnac nos encontramos con este magnífico poster:

Tranquilos, no os molesteis, me preocupé de no salir en el reflejo del cristal.

Y es que aunque nos gusten los clásicos y lo retro… también nos rendimos facilmente a los encantos de las lolitas los videojuegos de última generación. Que si algún curri de la Fnac me lee: mato por ese poster. Hasta pago en carne metálico si hace falta.

A lo que ibamos, GameCube, aquí bajo estas lineas teneis la foto, aunque está sacada cuando el «cube» ya contenía solo hielos, y es que si me descuido mi compañero de fatigas se bebe hasta el agua del cenicero. Tanta era la sed que tras eso dimos cuenta de una buena jarra de sangría, con vino peleón.

Es bueno saber: el creador de la cervercería a la que pertenece Coronita nació en Vegaquemada, un pueblo de León.

Y como no todo en la vida es beber, también hay que comer… mi acuciante melopea y yo fuimos arrastrados por Sparky hasta Argüelles a un bar típico asturiano, con la premisa de «que si, que si, que dan buenas tapas!». Nerviosos nos pusimos al ver que tras pedir las dos primeras cañas… la tapa no llegaba. Quizás fuera por que el camarero estaba inmerso en una discusión ferviente sobre el partido Portugal – Turquia, pero las primeras patatas con chorizo (genuinamente calentadas en microondas) se hicieron de rogar.

Por suerte llegaron y tras ellas, otras dos cañas acompañadas de una empanada con una densidad suficiente como para que el palillero orbitase a su alrededor… y lo nunca visto: la tercera ronda a cuenta de la casa!. ¿Sería por la cantidad de tonterías que deciamos? ¿Sería por bajar la media de edad del bar en unos 20 años? No preguntamos…

Si, ROFLMAO, eso pone la DS de Sparky por fuera.

Un Maniac Mansion by Jaleco al lado de chorizos, patatas y una tortilla mutante gigante.

Rush’n Attack (también conocido como Green Beret) y empanada DENSA.

Cuando has visto un mando de la NES al lado de un plato de choricitos a la sidra, ya puedes decir que lo has visto todo, sin lugar a dudas 😀

Para terminar, un video de la genuina intro de un juego de pruebas basado en la serie Lucky Star, esto ya fué la debacle, máxime si os digo que a nuestro lado habia un siniestro lleno de cruces y calaveras. Sidra, asturies, siniestros y frikis… el camarero tiene historia para contar como un mes o asi. Colorín colorado… esta tarde/noche de desvaríos ha terminado.

Tras esto Sparky que es un gambitero de tomo y lomo se fué corriendo a las fiestas de su barrio, y yo haciendo eses consegui llegar al metro y «encartar» los transbordos hasta llegar a mi casa, equivocandome solo una vez sin equivocarme. Para que luego digan que somos gente asocial y no sabemos divertirnos sin beber. Y colorín colorado, esta excusa barata para salir de tapas celebración de cumpleaños se ha acabado!