Saludos, terrícolas desocupados lectores. Bienvenidos a la segunda parte de este artículo sobre recopilatorios, esto es, sobre CDs y DVDs en los que vienen «enlatados» para tu PC o consola aquellas viejas glorias con las que tanto disfrutamos cuando aún no había Sixaxis ni Wiimandos.

He de admitir que quizá no fue muy elegante por mi parte empezar por hablar de las recopilaciones más flojas de cuantas poseo, pero bueno, para compensar, en este artículo hablaremos de las dos entregas de Taito Legends, que son de lo mejorcito que el dinero puede comprar, después de este televisor-minibar retro-casposo, al que podremos, por supuesto, conectar nuestra consola para disfrutar de, por ejemplo, Elevator Action, uno de los juegos incluidos en el primer volumen de esta joya. ¿Y el segundo? De momento, como anticipo, aquí tenéis el trailer.

Quien quiera saber más, ya sabe dónde tiene que pulsar con el ratón.

Taito Legends (Vol. 1 y 2) – PC, PS2, Xbox

La mejor recopilación de juegos clásicos que se ha hecho nunca llegó de la mano de Empire Interactive (con licencia de Taito, obviamente) a través de su sello Xplosiv, marca de su línea más económica, de venta en kioskos de prensa; a menudo confundido entre inútiles fascículos y horrendos coleccionables del palo Encyclopædia Britannica en Pliegos de Cordel, Bolsas de Supermercado del Mundo o Construye Tu Propio Desintegrador Atómico. Afortunadamente, estos dos grandísimos «juegos de juegos» se vendieron también a través de canales de distribución normales, si bien es cierto que en algunos kioskos aún podemos encontrar la versión de PC de cualquiera de los dos volúmenes. Sea cual sea la versión que escojamos y su punto de venta, eso sí, os aseguro que, a día de hoy, son lo mejor que un billete de 20 € puede comprar.


A Yamcha no le sentó nada bien
que Vegeta le levantase a Bulma.

Los juegos que incluyen ambos volúmenes sí que merecen con toda justicia ser propuestos como clásicos. Sería demasiado prolijo hacer una lista completa de todos los juegos que incluye cada una de las dos entregas, por no hablar de que cada versión (PC, Xbox y PS2) tiene sus propios juegos exclusivos. No obstante, para que veáis si soy majo, os dejo el enlace al sitio web oficial que Empire abrió para ambas recopilaciones, justo aquí, por si tenéis curiosidad. Yo sólo voy a mencionar los que más me gustan, algunos de los cuales podrían ser materia de estudio en Retrobits en un futuro no muy lejano.


A ver, cabrones, menos risitas y decidme dónde habéis puesto mis aspirinas y por qué hostias me las habéis cambiado.

En Taito Legends 1, para mí la estrella es Bubble Bobble. No, vamos a ver, que nadie se confunda: NO estoy hablando del frustrante Puzzle Bobble, sino del auténtico y genuino Bubble Bobble, un juego de plataformas por pantallas fijas con 100 niveles, una curva de dificultad perfectamente trazada, un control excelente, una capacidad de adicción casi peligrosa, y unos gráficos como los que se ven en el pantallazo de arriba. Una compilación de juegos de Taito sin este juego, se queda coja, lo miremos como lo miremos. Una obra maestra de hace 21 añitos que se mantiene tan fresca como entonces. Seguro que lo conocéis, sea por la recreativa original (como yo; podría pagar un chalet de tres plantas en la Costa Azul con las monedas de cinco duros que me pulí en ese juego en mis años mozos), sea por las versiones de consola (la de Master System es muy buena; la de NES también, aunque se ve un poco como «lavada a la piedra» por la falta de colorido, y la de Nintendo DS, cojonuda) o por la magnífica versión para PC que hizo Novalogic, esa compañía que ahora sólo hace juegos de adoctrinamiento filocastrense para el mercado gringo, con helicópteros con nombres de tribus indias, marines de camuflaje y mucho pim, pam, pum. Vivir para ver. Bueno, y si no conocéis este juego, seréis considerados por este humilde redactor como seres prescindibles para la especie humana, así que ya estáis tardando


Tiki ya ha montado en globo,
así que ya sabemos lo que le falta.

Otras maravillas incluidas en el primer volumen: Operation Wolf (que se juega realmente bien con el stick analógico de PS2, aunque parezca mentira), Space Invaders (no podía faltar), Elevator Action, Rastan… y otro grande entre los grandes, The New Zealand Story. En este magnífico juego de plataformas, nos metíamos en las zapatillas de Tiki, un pequeño y adorable kiwi (el ave, no la fruta) que debía salvar a sus congéneres de una malvada morsa que los ha capturado no se sabe con qué turbias intenciones (¿Un circo de kiwis? ¿Trata de kiwis? ¿Mano de obra barata para una consultora informática?), en el que fue durante muchos años uno de los juegos más largos y complejos de su género.

 

¿Lo malo de Taito Legends? Pues que nos dejó ligera sensación de «me han tangao». ¿Qué sentido tiene sacar una recopilación de juegos en CD-ROM para sistemas que pueden leer DVD? Ninguno, salvo la firme intención de sacar al menos una entrega más para que los usuarios palmemos más pasta.


Space Invaders + antidepresivos + orujo gallego.

Afortunadamente, Empire se redimió con Taito Legends 2, y no sabéis hasta qué punto. Un DVD-ROM lleno de auténticos juegazos, como G Darius, Darius Gaiden (por fin la gran saga de shooters tenía presencia en Taito Legends), Liquid Kids, Insector X, Kiki Kaikai (más conocido aquí como Pocky & Rocky, que es como se llamó en Occidente a la excelente versión para SNES), el delirante Space Invaders 95 (que es a este juego lo que Parodius es a Gradius) o el demencial aunque divertidísimo Puchi Carat.


…………………………………………………….
[Inserte aquí su chiste sobre drogas]

De todos los incluidos en Taito Legends 2 sería para mí imposible elegir uno solo, pero, para no extenderme demasiado, haré una mención especial a Elevator Action Returns, uno de los mejores arcades de acción a los que he jugado en mucho tiempo, y que es, en mi modesta opinión, uno de los mejores ejemplos de cómo se puede remozar un juego clásico (el gran Elevator Action) sin que pierda su esencia. Una joya imprescindible.


Elevator Action Returns retrata la dura y arriesgada vida
del administrador de fincas.

Y con esto termina esta reseña de Taito Legends. El bueno de Sparky se despide con la promesa de volver la próxima vez que no esté en estado ebrio tenga un rato libre en su próximo permiso carcelario, con más sobre Cotton (por supuesto) y un artículo que intuyo que será muy del agrado de los lectores de esta web, por no hablar de mi mujeriego y bebedizo jefe, Dricas. Sed buenos y no nos seáis infieles.


La línea 4 del metro de Madrid está casi siempre así.

Por Daniel

3 comentarios en «Recopilatorios (Parte II) – Taito Legends»
  1. Mujeriego y bebedizo… me tienes fichao y eso que casi ni nos conocemos XD

    El BubbleBobble (más conocido por aqui como «El buble») fué de los primeros juegos que alquilé para mi chanante MS, con su estresante «HURRY UP!»…. que mi primo y yo creiamos que queria decir «Hurry arriba» y no sabiamos quien era Hurry, ni pq venia de arriba, ni nada… al NewZealand juego en la PSP xD Gastate 250€ en la consola y 95€ en la memoria… para jugar a eso, tiene tela, ¿pero y que? Anda que no mola Tiki… si es queeee… ya no se hacen juegos como los de antes!

  2. yo recuerdo Bubble Bobble porque por aca tenian un version porno de el, era el juego normal pero tenia fondos pornos, era muy chistoso cuando se tiene 12 años…
    Pocky & Rocky lo jugue con un compañero mucho…

  3. Méndez: Sí, yo también conozco esa versión erótico-festiva de Bubble Bobble. La tengo entre mis ROMs del MAME, aunque, a pesar de mi condición de friki-pervertido-baboso, me quedo con el original.

    Dricas: Yo recuerdo que tanto en BB como en New Zealand Story, cuando salía el horrible mensaje de «Hurry up!», lo chavales de la cuadrilla y yo gritábamos «¡Tío, que viene el Urri!», así, tal cual. Ambos dos «Urris» eran un grano en el culo, por cierto, pero al menos al del BB podías aguantarle un par de asaltos y terminar el nivel. Y la versión para Master System de NZS era sencillamente soberbia.

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